La segunda parada de nuestro viaje fue la isla de Donousa, donde entramos en contacto con la inmediatez y la espontaneidad de sus habitantes.

La esencia de nuestro seminario se compartió con la comunidad local y los visitantes en una actuación específica en la iglesia central de Stavros, donde la fotografía, la danza y la historia se unieron para llevar a cada asistente a un viaje. La inspiración para la instalación visual de las fotografías en la isla de Donousa fue el carácter de la isla, su sencillez y el blanco de la ropa de las Cícladas; aprendimos a hablar de las personas sin verlas y a hablar de las cosas sin mostrarlas.

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